Eres un profesional al frente de tu negocio o eres un simple aficionado

Estoy seguro que has oído hablar del libro de Stephen Covey, Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.

Todo un bestseller, que te recomiendo leer si no lo has hecho aun.

Pues bien, el segundo hábito que nos cuenta Covey es:

 

Comenzar con un fin en mente

 

Este hábito hace posible darle a tu vida una razón de ser. La creación de una visión de lo que quieres lograr permite que tus acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo para ti. Como un misil apuntando a su objetivo.

Y esto es lo que quiero que hagas hoy..

Vamos a empezar por el final, teniendo una visión clara de lo que quieres conseguir.

 

Si eres arquitecto y trabajas por cuenta propia, tienes un negocio.

Esto, que nadie nos explicó cuando terminamos la carrera, creo que ya lo sabes a estas alturas.

 

Pues bien, quiero hacerte una pregunta:

¿Qué piensas que es lo más valioso de un negocio?

¿Las personas, los bienes o inmuebles de la empresa, tu prestigio, tu reconocimiento social?

 

Yo diría que si, todo eso es importante.

Pero existe algo más importante

Lo más valioso es el negocio mismo.

 

Para explicarlo mejor, te pido que respondas a estas otras preguntas:

¿Puedes vender tu negocio algún día?

¿Alguien estaría interesado en comprarlo?

¿Depende el negocio de ti y si lo vendes el negocio se acaba?

¿Qué quieres hacer con tu negocio, venderlo, dejarlo a tus hijos, cerrarlo el día que te jubiles?

 

Bien, seguimos.

 

Todo negocio, incluso los profesionales y arquitectos que vendemos servicios (también son negocios) deberían pararse a pensar en dos cuestiones clave:

1. Qué quieres que pase en el futuro y,

2. Cuál es la posibilidad de que eso suceda realmente.

 

Si tienes claras esas dos cuestiones, tarde o temprano, lograrás el éxito.

Te sorprendería saber que una de las mayores causas de fracaso en los negocios y el emprendimiento es la falta de claridad.

 

Eso es lo que tienes que hacer tú. Tener CLARIDAD.

 

Si descubres que tu negocio, por bueno que sea, no se puede vender o heredar, no tienes un negocio, tienes un empleo (autoempleo).

Por eso, tu negocio debe convertirse en un activo que te permita generar ingresos.

 

Si ya piensas (eres consciente) que tienes un negocio, o vas camino de ello, estudia cómo puedes organizarlo para que se pueda vender o heredar algún día.

No es ninguna tontería.

Debes convertirte en un estratega de tu negocio. No en un amateur.

 

Además, como dueño de tu negocio, tu principal actividad, aquella a la que dediques más tiempo, debe ser PENSAR.

 

Así que, volviendo al principio, al hábito de comenzar con un fin en mente.

Te propongo que pienses en una cosa:

 

¿Cuánto dinero quieres ganar al año?

 

Anota esa cifra.

Eso es un objetivo claro. Eso es claridad.

 

¿Puedes lograrlo?

Responde sinceramente a esta pregunta. Y si tienes dudas baja la cantidad.

 

Pues bien, ahora piensa cuántos clientes necesitas para alcanzar esa cifra.

 

Por ejemplo:

 

Si haces proyectos de viviendas unifamiliares y cobras 10.000€ por proyecto, tu cifra “objetivo” es de 100.00€ al año,

 

En ese caso, necesitas 10 clientes, esto es más o menos 1 cliente al mes.

 

Ahora tu misión principal es salir a buscarlos. Piensa dónde se encuentran, seguramente necesitas contactar y reunirte con 200 personas para conseguir esos 10 clientes.

 

200 personas en 10 meses (quitando 2 meses de vacaciones) son 20 reuniones o contactos cualificados al mes.

 

Es decir, prácticamente cada día laboral tendrías que contactar con un potencial cliente (cualificado), esa debe ser tu estrategia y debes crear un sistema para implementarla.

 

Algo que sea recurrente y que no depende de vaivenes.

 

Si haces bien tu trabajo te aseguro que cumplirás tu objetivo y, créeme, podrás superar con creces tus previsiones más optimistas.

 

Y en mi suscripción dispones de información y recursos para crear tu estrategia: