Cómo tener claridad mental para lograr el éxito

Quiero contarte mi historia.

Uno de los principales obstáculos a los que me enfrenté a la hora de iniciar un nuevo camino profesional fue la creencia de que no podía dedicarme a otra cosa que no fuera trabajar como arquitecto.

Estaba totalmente convencido de que no podía ni sabía hacer otra cosa que trabajar realizando proyectos de arquitectura.

Era lo que había aprendido y supuestamente de lo que me tenía que ganar la vida.

Tardé tiempo y malgasté energía hasta comprobar que estaba equivocado.

Aunque dominaba otras habilidades y había adquirido sobrados conocimientos para aportar valor a un público que valoraba lo que podía ofrecerles, sufría lo que se llama el “síndrome del impostor”

El síndrome del impostor

No es una enfermedad ni un trastorno oficialmente reconocido, pero ha sido analizado en numerosos libros y artículos por psicólogos y educadores. El término fue acuñado por las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978.

Este síndrome lo sufren las personas que son incapaces de asimilar sus logros y que perviven con el miedo a ser descubierto como un fraude. Este fenómeno nos hace pensar en exceso y dudar de nosotros mismos.

De la misma forma, nos obsesionamos con la idea de ser juzgados por los demás y esto nos quita energía y vitalidad.

Las consecuencias son dispersión mental, una necesidad de seguir mejorando constantemente y la preocupación y el sentimiento de estar poco preparados.

¿Cómo puedes saber si estas aquejado de este síndrome?

  • Si rebajas lo que haces o le quitas valor
  • Si das por sentado que lo que haces no tiene mérito alguno porque no te ha costado mucho esfuerzo
  • Si sientes que tienes mucha suerte y además no merecida
  • Si le quitas importancia a tus éxitos y exageras tus fracasos
  • Si disfrutas con lo que haces y sientes que engañas a los demás porque valoran tu trabajo, habilidades o destrezas

En el fondo siempre estarás buscando indicios que reafirmen tu secreto de ser un impostor. De tal forma, si te llega el éxito habrá sido cuestión de suerte y si fracasas habrás confirmado tus expectativas de ser un fraude.

Por tanto, estamos ante el primer escollo que has de salvar para iniciar tu camino: liberarte del perfeccionismo que te dicta tu síndrome del impostor. Hay que empezar a emprender acciones, aunque evidentemente no puedes pretender hacerlas como un experto que lleva haciéndolo durante mucho tiempo.

Descubrir tu pasión lleva tiempo

En el mundo del coaching es frecuente encontrar la frase “persigue tus sueños”, pero este es, en la mayoría de los casos un peligroso consejo.

Un trabajo, aunque no sea el soñado, te va a permitir pagar tu hipoteca, el colegio de los niños y tu estilo de vida.

¡Valóralo en su justa medida!

La trayectoria adecuada es la que te permita ir desarrollando con el tiempo trabajos mejores y que te hagan crecer personalmente.

Por otro lado, descubrir tu vocación será conseguir un trabajo te haga disfrutar, te permita alcanzar tu máximo potencial y que además te lleve a conquistar tiempo y libertad para dedicarlo a tus prioridades.

Según la Teoría de la Autodeterminación (TAD) para sentirte plenamente motivado en el trabajo necesitarás:

  • Autonomía: el sentimiento de control sobre lo que haces y el sentido que tiene
  • Competencia: el sentimiento de ser competente en lo que haces
  • Conexión: el sentimiento de conectar emocionalmente con otras personas

A la hora de emprender un nuevo negocio o profesión necesitaras tener presentes estas tres premisas.

Las cosas requieren su tiempo. Existe una ley aplicable a cualquier persona: el éxito lleva tiempo, determinación y esfuerzo.

Profesionalmente, para hacerlo bien necesitamos tiempo, ir quemando etapas, obligar a las habilidades a florecer. El único atajo posible es empezar cuanto antes y no quedarse atrapado en la rueda del hámster haciendo algo que nunca florecerá.

Es muy difícil predecir cual es el trabajo de tus sueños, pero si es fácil cultivar y sembrar semillas que te permitan obtener varias opciones en el futuro.

Claridad mental para diseñar tu futuro

Tu proceso de transformación será aquel que te permita pasar del punto A (donde te encuentras ahora mismo) al punto B (donde quieres estar en el futuro).

Para disfrutar de una claridad mental enfocada en el éxito debes interiorizar tres afirmaciones:

  • En tu interior ya posees todo lo necesario para tener éxito. Tiene que sacar todo potencial para acceder a tus recursos ocultos que te permitirán alcanzar tus objetivos.
  • El cambio se produce a través de una transformación interior. Cambiamos cuando modificamos nuestros pensamientos y lo que hacemos.
  • Tener un objetivo en mente, te da fuerza, motivación y seguridad. El primer paso es saber lo que quieres, esto te permitirá establecer una estrategia y habilitar recursos para conseguir tus deseos.

Una vez asumidas estas premisas, el proceso de clarificación pasara por tres etapas.

  • Autoconocimiento y descubrimiento de uno mismo para percibir honestamente el contexto y la realidad existente. Sin consciencia plena sobre un problema o circunstancia determinada no existe probabilidad alguna de éxito o transformación positiva.
  • La habilidad para encontrar respuestas en nuestro interior. Es necesario tener un deseo y una motivación real para cambiar, que nos haga saber que somos responsables únicos y directos de lo que queremos lograr. Tenemos que dejar de culpar a los demás de nuestras circunstancias y problemas.
  • Algo fundamental: sin acción no habrá ningún resultado. Todo seguirá exactamente igual que antes si no hacemos algo.

Por tanto, un plan de acción, junto con un alto grado de consciencia y responsabilidad personal, te llevará a nuevos niveles de crecimiento personal y realización profesional.

Primeros pasos para iniciar tu camino al éxito

Ya hemos visto que necesitas confianza para no sentirte un impostor y valorar tus habilidades y conocimientos.

También sabemos que necesitas tiempo para conseguir resultados óptimos.

Ahora necesitas averiguar cuál es la clave para reconocer tu negocio ideal.

Normalmente la gente piensa de forma errónea: ¿Qué negocio puedo montar para ganar dinero?

Responder a esta pregunta es complicado y te puede llevar a asumir ideas y proyectos que nada tienen que ver con tu personalidad o habilidades, sino más bien con negocios de moda o que necesitan otras características y competencias.

Y aquí está la clave…

La pregunta correcta es ¿A quién puedo ayudar?

Descubrir a qué tipo de personas te gustaría ayudar.

La gente necesita resolver sus problemas y tú puedes saber cómo hacerlo.

Normalmente todos tenemos una preferencia en cuanto al público con el que nos gusta trabajar. Ser especifico y conocer a ese público nos permite empatizar con sus necesidades, entender que les hace felices y nuestra misión se convierte en ayudarlos.

El beneficio que le ofrezcas a tu audiencia debe ser tangible y debes poder expresarlo con claridad.

Y para ponértelo más fácil, aquí te listo los 8 principales beneficios por los cuales la gente está dispuesta a pagar:

  • Resolver problemas
  • Evitar el dolor
  • Aumentar el bienestar
  • Facilitar la vida
  • Ahorrar tiempo
  • Añadir valor
  • Hacer ganar dinero
  • Contribuir al sentido y significado

Es tu misión ahora centrarte en tu sector y traducir esos beneficios a algo especifico y apetecible para los demás.

Una vez elegido tu publico debes elegir tu cometido.

¿Que puedes hacer por ellos?

Elabora la lista de problemas y necesidades que tienen, luego analiza cuál de ellos puedes resolver eficazmente (bien por tu experiencia vital o bien porque te has formado para ello)

Elige si tu propuesta consiste en un servicio o producto o una mezcla de ambos.

Por último, no dejes de trabajar tu marca personal. Te cuento cómo puedes hacerlo:

Las 5 claves para crear una atractiva marca personal

1. Decide en qué quieres ser un referente.

Una vez hayas realizado el proceso de descubrimiento interior, estarás en condiciones de llenar tu mochila con tus fortalezas, conocimientos y habilidades. Es el momento de decidir cuál es tu objetivo profesional y hasta dónde quieres llegar.

2. Estudia y aprende todo lo que puedas sobre tu tema.

Tienes que conseguir destreza y dominio del tema elegido. Investiga sobre tu sector, debes estar a la última y conocer las novedades. Conoce personalmente, siempre que puedas, a los referentes de ese tema, habla con ellos y crea relaciones. Dedica tiempo y dinero para mejorar cada año en tu temática. Formación continua y de calidad.

3. Practica siempre que puedas.

El conocimiento es necesario, pero no suficiente. Pon en práctica lo aprendido. La repetición diaria te hará desarrollar potentes hábitos que te llevarán a la genialidad. Implementa y valida resultados. Demuestra que sabes de lo que hablas porque lo has practicado constantemente y te ha llevado a la excelencia.

4. Nunca pierdas el foco.

Si quieres ser un referente estarás por encima de la media.  Simplemente con esta actitud estarás abierto a grandes oportunidades que aparecerán en tu vida. Por tanto, no debes perder el foco. Tendrás que desarrollar paciencia, resiliencia y disciplina, porque llegaran días malos y no aparecerán resultados y aquí es donde mucha gente abandona. Persevera con tu meta

5. Sé flexible por el camino.

Nunca creas que llevas la razón en todo. Sé humilde. Comprueba los resultados que estas obteniendo y haz los cambios que sean necesarios. No te obsesiones con un solo camino. A medida que avanzas en tu proyecto personal aparecerán nuevas opciones que ni siquiera hubieras imaginado al principio. Aprovéchalas e incorpóralas a tu estrategia. Está atento a las nuevas puertas que, inevitablemente, se te irán abriendo en tu recorrido.

El bambú japonés

Existe una bonita metáfora respecto a tu desarrollo personal que lo compara con la historia del bambú japonés, es la siguiente:

El agricultor siembra la semilla del bambú, lo abona, lo riega constantemente. No pasa nada durante los primeros siete años. Una persona inexperta estaría convencida de haber plantado semillas estériles. Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de solo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros!

Durante esos siete años de aparente inactividad, el bambú desarrolla un complejo sistema de raíces que le permitirán sostener su crecimiento posterior.

Para obtener el éxito personal ocurre igual. No hay atajos.

Planta tus semillas, abona el terreno, riégalo. Ten paciencia y confía en ti. Date tiempo y persevera.

Y, por último, enamórate de lo que haces, recuerda que no puedes competir contra alguien que disfruta de su trabajo.

Si no te gusta lo que haces, nunca destacarás profesionalmente.

Hoy es el mejor día para plantas las semillas de tu bambú personal.

 

Un fuerte abrazo, te deseo lo mejor

Emilio

 

P.D. Durante años, he ido recopilando los mejores secretos de transformación personal y profesional. Cada descubrimiento y cada idea me ha ido haciendo cada vez mejor. Ahora, he decidido compartir estas joyas contigo en mi newsletter TU COACH PERSONAL.

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