¿Te imaginas construir un edificio sin contar con un proyecto y unos planos que los definan?
Es obvio. El resultado dejaría mucho que desear.
Pues con tu carrera profesional pasa algo parecido.
Debes contar con una estrategia que te guíe.
Luego podrás realizar ajustes y ser flexible, pero debes tener algunos conceptos claros.
Así que voy a mostrarte los 5 ingredientes de un buen plan estratégico.
No te voy a pedir que hagas un gran esfuerzo para crear un extenso documento para guardarlo en un cajón y no volver a consultarlo nunca más.
No, nada de eso.
Se trata de crear un documento vivo, que te sirva de brújula y que, al mismo tiempo que vas avanzado, vayas completando, modificando e introduciendo los cambios que sean necesarios.
Para ello debes completar los 5 apartados siguientes:
VISIÓN. Que dará respuesta a la pregunta: ¿en quién te quieres convertir?
MISIÓN. Que te permitirá responder a la pregunta: ¿cómo, a quién y de qué forma vas a aportar valor?
OBJETIVOS. Los definirás respondiendo con exactitud a la siguiente pregunta: ¿qué resultados quieres conseguir?
ESTRATEGIAS. Las obtendrás respondiendo a la siguiente pregunta: ¿qué recursos vas a utilizar y en qué te vas a enfocar para conseguir tus objetivos?
PLAN DE ACCIÓN. Por último, debes tener claro lo que vas a hacer y responder a esta pregunta: ¿qué pasos, exactamente, vas a dar para conseguir tus objetivos?
Veamos con más detalle cada uno de los 5 ingredientes.
1. Declaración de Visión
Vas a describir de forma clara y concisa la imagen ideal que tienes de ti en el futuro.
Dónde te ves en unos años, qué aspiras lograr.
Una visión bien definida debe estar llena de pasión.
Algunos consejos que debes tener en cuenta para redactar tu enunciado de misión son estos:
- Debe ser idealista: que se ocupe del futuro de un modo atractivo, de lo que “puede llegar a ser”, más que de cifras y datos.
- Debe emocionarte al pensar en ella.
- Debe transmitir tu pasión y entusiasmo para hacerla realidad.
- Debe ser flexible. Adaptándose a medida que tus necesidades o circunstancias vayan cambiando.
2. Enunciado de Misión
Para describir un buen enunciado de misión debes tener en cuenta tus aspiraciones y objetivos profesionales.
Es el mensaje que vas a transmitir sobre lo que sabes y puedes hacer.
Tu misión debe cimentarse en tus fortalezas, lo que te apasiona y haces excelentemente, en los beneficios y el valor que ofreces a tus clientes, el compromiso que adquieres con ellos y debe identificar con claridad qué clase de problema ayudas a solucionar o qué necesidad o deseo satisfaces.
Para ayudarte a crear tu enunciado tienes que centrarte en identificar 3 aspectos clave:
- Actividades que te gusta realizar. Describe las 3 o 4 actividades a las que te gustaría dedicar más tiempo y que podrían (o deberían) convertirse en el “core” de tu negocio.
- Tu público. Identifica al tipo de persona o grupos o empresas con los que te gustaría pasar más tiempo.
- Cómo vas a ayudarles. Se trata de definir cómo puedes ayudar a estas personas. Para ello puedes utilizar verbos de acción para describir con precisión cómo vas a ayudar a estas personas
Pues bien, combinando estos tres aspectos de la siguiente forma, tendrás tu enunciado:
Me gustaría FORMA DE AYUDAR a TU PÚBLICO mediante estas ACTIVIDADES
Te pongo mi ejemplo, por si te sirve de ayuda.
Me gustaría sentar las bases de un futuro ilusionante y una vida mejor para empresarios y emprendedores mediante el diseño de un plan estratégico de desarrollo personal
Ahora te animo a que formules tu propio enunciado de misión.
3. Establecimiento de Objetivos
En muchas ocasiones, el primer obstáculo para conseguir lo que quieres es que lo desconoces.
Por ello debes definir resultados claros, específicos y concretos.
Para desarrollar unos buenos objetivos, define correctamente un número suficiente de ellos, en las siguientes áreas:
– Financieros. Objetivos de ventas, beneficios, facturación.
– Marketing. Objetivos de alcance a clientes potenciales, segmentos de clientes, visitas página web, comentarios en el blog, posicionamiento, publicidad, ofertas y promociones, mail marketing, etc.
– Procesos y operaciones. Objetivos de tiempo de ejecución en procesos, elaboración de documentación, plazos de ejecución de proyectos, creación y mejora de sistemas, software y hardware, etc.
– Personal y Recursos humanos. Objetivos de crecimiento personal, motivación, horas de trabajo, relación con proveedores, formación, etc.
– Productividad. Reducción de costes, gastos, investigación, eficiencia, optimización de procesos, etc.
– Desarrollo de productos y servicios. Objetivos de nuevos servicios y productos, innovación, calidad, capacidad, creatividad, etc.
Empieza con una lluvia de ideas y no te limites, se creativo. Establece varios objetivos en cada una de estas áreas.
A continuación, en un siguiente paso, elige los dos o tres objetivos principales de cada área.
Hazlo en función de los resultados a los que te pueden llevar su consecución.
Piensa lo que sucederá en caso de lograrlos, y elimina todos aquellos que no impliquen una mejora significativa de tu situación.
De esta forma, trabajarás sobre los ocho o diez objetivos que puedan causar un mayor impacto económico en tu negocio.
Asimismo, elegirás tus tres objetivos más importantes, para trabajar diariamente en ellos, visualizando lo que quieres estar celebrando (a final de año, por ejemplo), una vez conseguidos.
4. Estrategias
Para ser competitivo en el mercado actual necesitas desarrollar ciertas estrategias.
Es decir, las ideas, tácticas, sistemas y recursos que vas a utilizar para conseguir tus objetivos.
Por ahora, solo quiero decirte que todas las empresas exitosas planifican estrategias comerciales, la tuya no hace falta que sea grande y compleja, pero sí que se adapte a tu tamaño y circunstancias para desarrollar adecuadamente tu negocio.
Te muestro algunas ideas respecto a las estrategias que yo he utilizado:
- Escribir libros
- Publicar contenido en un blog
- Realizar campañas de publicidad en Facebook
- Posicionarme como un experto en LinkedIn
- Hablar en público
- Crear un podcast
- Crear y vender cursos online
Realmente existen muchas estrategias que puedes implementar.
Cada red social que utilices se presta a ello: crear un canal de YouTube, posicionarte como un referente en Instagram, transmitir tu mensaje e ideas en twitter, posicionar tu marca en LinkedIn, etc…
Solo tienes que decidir qué estrategias vas a utilizar y desarrollarlas adecuadamente para que no se queden solo en una mera intención.
5. Plan de acción
Son las acciones que vas a llevar a cabo para conseguir tus objetivos.
Estarán jerarquizadas, con un orden de prioridad, para dedicar tu energía y recursos a las tareas que estén relacionadas directamente con esos objetivos y que te garanticen obtener mejores resultados.
Para redactar un buen plan de acción, debes tener en cuenta lo siguiente:
- Estarán orientados a la acción: con límites de tiempo, responsables, etc.
- Reflejarán con precisión el tiempo y los gastos o recursos necesarios.
- Deberás conocer de antemano el resultado esperado.
- Deben detallar cómo y de qué forma específica se harán.
- Estarán enfocados en actividades vitales para el negocio y no en asuntos marginales o estéticos que no aportan valor alguno.
Para cada estrategia, de las que hemos visto anteriormente, debes desarrollar un plan con sus tareas y subtareas.
Antes de comenzar, debes tener claro el impacto que quieres obtener al completarlo, cómo medirás los resultados y cuáles son los pasos que darás a continuación.
Espero que te sea de ayuda para crear tu propia estrategia.
Un fuerte abrazo.
Emilio
P.D. Durante años, he ido recopilando los mejores secretos de transformación personal y profesional. Cada descubrimiento y cada idea me ha ido haciendo cada vez mejor. Ahora, he decidido compartir estas joyas contigo en mi newsletter TU COACH PERSONAL.
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1 comentario en «Los 5 ingredientes para diseñar una estrategia profesional que te lleve al éxito»